Salió en Rebelión
Morales defende la mobiización para la defensa de la Madre Tierra
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer que en abril de 2010 organizará una Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático, tras calificar de «fracaso» la cumbre celebrada en Copenhague, cuyo objetivo era conseguir un acuerdo vinculante para reducir las emisiones de CO2 a nivel global más allá de 2012, cuando expira el Tratado de Kioto.
Morales insistió en que el combate contra el calentamiento global debe guiarse por los principios de defender la vida y la humanidad, así como los derechos de la Madre Tierra, informó la agencia ABI.
«El objetivo es lograr una posición de consenso para ser planteada en la próxima cumbre sobre el cambio climático, que se realizará en México en diciembre de 2010», explicó.
Morales defendió la necesidad de definir en dicha conferencia mundial de movimientos sociales las propuestas que deberían presentarse posteriormente en México y precisó que a la cumbre de abril serán invitados también expertos, académicos y representantes de las organiza- ciones sociales, además de los jefes de Estado.
Asimismo, atribuyó el «fracaso» de la cumbre de Copenhague a la actitud de los países industrializados que, a su juicio, no apostaron por afrontar las causas del calentamiento global, fruto, a su juicio, del modelo capitalista y de los efectos del mismo. «Las causas del calentamiento global del planeta se originan en una irracional e ilimitada industrialización promovida por las grandes potencias que han contaminado el ambiente y ponen en riesgo la vida de los seres vivos, no sólo de los humanos», subrayó.
El presidente boliviano lamentó que algunos líderes mundiales prefieran optar por el dinero y las ganancias y no por la defensa de la vida.
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Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, inciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.
ResponderExcluirLa producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores y que ocupa según estimaciones 50 000 hectáreas, se deben agregar la la inmisericorde vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente.
Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.
El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.
Ufano de su relativo y disminuido apoyo electoral, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse como el gran medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita, una indecencia grotesca.