No es aún el estado fallido ni el estallido social, pero la realidad se aproxima a esos fantasmas
Salvador del Río*
Fuente: Alai AmLatina
Han sido erráticas, reveladoras de un estado de ánimo desperado, de
grave frustración, las admoniciones del Presiente Felipe Calderón a la
prensa y en general a quienes en diversas formas recogen los datos de la
realidad del país -inseguridad, economía- cuya proyección, admite-ha
causado en el ámbito internacional “un problema grave de percepción”.
Hablar mal del país -dijo en su accidentada visita a Mérida- parece un
deporte nacional”.
Pero estas palabras coincidían con signos que ni la prensa del país y
del extranjero, ni la preocupación compartida por todos los sectores de
la población podrían dejar de considerar. La secretaria de Seguridad
Interna de Estados Unidos, Jeannette Napolitano, declaraba ante una
comisión del Senado de su país su convicción de que en México, por lo
menos en Ciudad Juárez, el estado de derecho es inexistente. Horas
después, el consulado de Estados Unidos en Reynosa, Tamaulipas,
anunciaba el cierre por tres días de sus puertas y actividades ante la
ola de violencia desatada en esa ciudad fronteriza; poco antes, el
Departamento de Estado norteamericano publicaba una recomendación -una
más de las muchas en los últimos meses-a sus connacionales para evitar
dirigirse a los estados de Chihuahua, Sonora, Baja California, Durango,
Sinaloa y Tamaulipas, por la misma razón.
En lo interno, preocupa al Presidente Calderón el efecto que causa en el
extranjero la publicación en la prensa nacional, en primera plana, de
los textos de las narcomantas aparecidas en diversos lugares de la
República, inserciones gratuitas, dijo, mientras al gobierno y a las
empresas les cuesta millones la publicación de sus mensajes.
Personalmente, desde su investidura, desciende a la arena para responder
al diputado panista Manuel Clouthier, quien había lanzado al gobierno la
grave acusación de ser por lo menos omiso en la persecución al grupo del
Chapo Guzmán, evadido de la cárcel en 2001 y ahora figura prominente en
la lista de millonarios mundiales de la revista Forbes.
Pero, también horas después, el secretario de Seguridad Pública, Genaro
García Luna, producía una extraña declaración: en el caso del Chapo,
dijo, “se ha complicado su captura porque se ha generado en torno a él
un entorno importante en la base social”, es decir, que en una parte de
la sociedad hay un cerco que lo protege contra su captura.
Evidentemente, la preocupación del presidente de la República al
reclamar de los medios de comunicación y de la ciudadanía mesura en la
difusión y el comentario sobre la incidencia del narcotráfico y el
crimen organizado, obedece al reconocimiento del efecto que esto tiene
en la imagen de México en el exterior con sus consecuencias en el flujo
de inversiones, particularmente las extranjeras.
La preocupación presidencial se justifica, pero no el empeño por culpar
de ello a la prensa o a los supuestos practicantes del deporte de la
maledicencia en detrimento de la imagen del país. Por esos mismos días
los indicadores económicos referentes a los resultados del año pasado
reflejaban una realidad que desmiente el optimismo con el que el propio
presidente suele abordar el tema de la economía: la inversión extranjera
directa registró una caída de más de 50 por ciento en 2009 al sumar sólo
poco más de 11 mil millones de dólares.
En cuanto al desempleo, datos del Instituto Nacional de Geografía y
Estadística, que desmienten las cifras del Instituto Mexicano del Seguro
Social, muestran que en el mes de enero pasado más de quinientos mil
mexicanos engrosaron la suma de desocupados, que asciende ya a 2.76
millones de personas, el 5.7 por ciento de la población económicamente
activa. El secretario del Trabajo, Javier Lozano, intenta una
explicación, que resulta peregrina: arguye que el aumento en el
desempleo es estacional, normal en todo enero, cuando dejan de laborar
los contratados durante el mes de diciembre. Empleo temporal, pues, o
precario, como lo es el de los millones en la amplia gama del trabajo
informal.
Cuestionada en el extranjero, vapuleada en lo interno y en lo externo,
la economía de México, la más golpeada en la comunidad de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo, la OCDE, y en América
Latina, resiente, sí, los efectos de la realidad, en lo social muy
cercana al estado fallido, que el presidente de la República quisiera
ver ocultada por los medios de comunicación y en la conciencia de la
sociedad.
(*) Periodista y escritor mexicano
Fecha de Publicación: 26/02/2010
sexta-feira, 26 de fevereiro de 2010
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