Carta enviada a las diversas redes nacionales e internacionales de solidariedad con Haití informa sobre los pasos que fueran dados de colaboración con Haití y sobre objetivos a corto, mediano y largo plazo de los movimentos sociales
A todos nuestros aliados
El 12 de enero de 2010 un sismo de una violencia excepcional golpeó nuestro país con consecuencias dramáticas para las poblaciones de varios municipios de los Departamentos del Oeste, del Sudeste y sobre el conjunto del país. Este terremoto de una magnitud de 7.3 en la escala de Richter y las pérdidas irreparables que provoco enlutaron nuestro país dejando dolores insoportables. Este drama que nos afecta hoy es sin duda alguna uno de las más graves de toda nuestra historia y causa un traumatismo profundo que marcará el siglo XXI haitiano.
Los balances parciales comunicados hasta aquí intentan medianamente expresar una realidad espantosa e indecible: el horror que vivimos juntos durante estos 35 segundos interminables que, el 12 de enero, nos dejaron un tributo pesado de dolores y de lágrimas. Más de 150.000 muertos, 500.000 heridos, más de un millón sin techo, decenas de miles de amputados, más de 300.000 personas refugiadas en la provincia, más de 3 millones de seres devastados que, en un minuto, vieron transformarse para siempre sus vidas, sus familias y sus sociedades. Una sociedad entera traumatizada que vive en el espanto permanente de probables réplicas o de un nuevo sismo.
Todas nuestras organizaciones han sido profundamente sacudidas por este acontecimiento. Perdimos a familiares, compañeros de trabajo, niños, jóvenes, profesionales llenos de promesas, de sueños y de capacidades, edificios, equipos, herramientas de trabajo y una documentación inmensa basada en más de 30 años de experiencias colectivas con las organizaciones y las comunidades de base. Las pérdidas son inmensas e irreparables.
Es indispensable, a pesar del dolor que todos y todas sentimos, reflexionar sobre lo que acaba de pasar y sacar de esta experiencia trágica las lecciones y las orientaciones que nos permitirán seguir nuestro incansable trabajo de construcción de otro país capaz de vencer el ciclo del hundimiento y la dependencia y de colocarse a la altura de los sueños de emancipación universal de sus fundadores y de todo el pueblo haitiano.
El tamaño del desastre esta vinculado sin duda alguna a la naturaleza del Estado en nuestro país, una herencia histórica colonial y neocolonial y a la implementación de las políticas neoliberales a lo largo de las 3 últimas décadas. La hypercentralización alrededor de la "República de Puerto Príncipe" decidida por la ocupación norteamericana de 1915 es sin duda uno de los factores determinantes. En particular, la liberalización completa del mercado de los bienes inmobiliarios abrió un espacio de especulación desenfrenada a los filibusteros de todo tipo.
Nos conmueve profundamente la extraordinaria solidaridad manifestada por la población de la región metropolitana que durante los 3 primeros días después del terremoto supo responder por la autoorganización, construyendo 450 campos de refugiados que contribuyeron a salvar miles de personas prisioneras de los escombros e hizo posible la supervivencia de 1.5 millones de personas gracias al hecho que compartieron en forma comunitaria todos los recursos disponibles (alimento, agua, ropa). ¡Honor y respeto a la población de Puerto Príncipe! Estos mecanismos espontáneos de solidaridad deben desempeñar un papel esencial en el proceso de reconstrucción y de re-conceptualización del espacio nacional.
Enviamos esta carta a nuestros socios y a las diversas redes nacionales e internacionales de las cuales formamos parte, con el fin de informarles sobre los pasos que hemos dado y sobre nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazo.
En efecto, desde más de una semana nuestro grupo de organizaciones y de plataformas se reúne con frecuencia con el fin de hacer frente a esta nueva situación definiendo nuevas estrategias e implementando nuevas maneras de trabajar. Así, nosotros los responsables de las organizaciones y plataformas que firmamos esta carta, después de varios encuentros para analizar la nueva situación y definir estrategias comunes, adoptamos una posición basado sobre los ejes siguientes:
• Contribuir a preservar los principales logros de los movimientos sociales y populares haitianos amenazados por la nueva situación
• Contribuir a responder a las necesidades urgentes de la población organizando centros de servicios comunitarios capaces de responder en forma adecuada a las necesidades siguientes: alimentación, atención de salud primaria, asistencia médica y psicológica en respuesta a los traumas sufridos en el momento del sismo
• Aprovechar el hecho que los grandes medios de comunicación miren hacia nuestro país para difundir una imagen diferente de la proyectada por las fuerzas imperialistas
• Implementar nuevas formas de actuar que permitan sobrepasar la atomización y la dispersión que constituyen una de las principales debilidades de nuestras organizaciones. Este proceso de acercamiento debe arrancar con la estructuración de un espacio común que pueda acoger provisionalmente nuestros 6 equipos que continuarán trabajando de modo autónomo a la vez que implementaran mecanismos permanentes de intercambios y de trabajos mutualizados. Estaremos atentos a hacer prevalecer un enfoque colectivo en la búsqueda de respuestas comunes a nuestros problemas y en la construcción de una alternativa democrática popular efectiva y viable.
En cuanto a la situación de urgencia, estamos instalando centros de servicios. Uno de nuestros centros esta ya plenamente operacional al Número 59 de la avenida Poupelard, en los locales de una escuela popular dirigida por la organización SAJ / VEYE YO (Solidarite Ant Jèn). Acoge unas 300 personas que reciben comida 2 veces al día y están protegidas bajo tiendas. El centro les ofrece también consultas, medicinas y un acompañamiento psicológico. Estos servicios se proporcionan también a las personas que residen en los campos de refugiados acondicionados espontáneamente en la zona. El centro de la avenida Poupelard funciona gracias al apoyo de profesionales haitianos voluntarios (médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales) apoyados por médicos alemanes de la organización de socorro Cabo Anamur. Tratamos de instalar centros similares en otros barrios de la región metropolitana duramente afectados por el sismo y en los cuales no existe ninguna oferta de servicio de esta naturaleza. Instalaremos 4 en los barrios de Carrefour (Martissant, Fontamara) y de Gressier. Contamos con la solidaridad de todos nuestros socios para asegurar su funcionamiento eficiente.
Al mismo tiempo, nuestras 2 plataformas y 4 organizaciones han instalado un punto focal de encuentros y de coordinación en el local de FIDES-Haïti, situado Número 6 del Callejón Gabriel - Calle Fernand en Canapé vert. Estamos dispuestos a acoger en este espacio nuevas plataformas y organizaciones del movimiento democrático popular. Nos comprometemos en movilizar los diferentes componentes de este movimiento para ampliar los esfuerzos para socorrer a los supervivientes y, por otra parte, para formular un plan común para la rehabilitación de nuestras instituciones y organizaciones. Presentaremos este plan y los proyectos concretos que lo acompañan a la atención de nuestros socios en un plazo relativamente breve.
La ayuda urgente en la cual participamos es alternativa y tenemos la intención de desarrollar un trabajo de denuncia de las prácticas tradicionales en materia de intervenciones humanitarias, las cuales no respetan la dignidad de las víctimas y se inscriben en el marco de un proceso de fortalecimiento de nuestra dependencia. Luchamos por una ayuda humanitaria adaptada y respetuosa de nuestra cultura y de nuestro entorno y que no destruya las construcciones de economía solidaria elaboradas desde varias décadas por las organizaciones de base con las cuales trabajamos.
Para terminar queremos saludar una vez más la extraordinaria generosidad que la opinión pública mundial expreso en el drama que vivimos. Estamos agradecidos y creemos que es el momento de inventar una nueva mirada sobre nuestro país que permita construir una solidaridad auténtica librada de los reflejos paternalistas de piedad e inferiorización. Deberíamos trabajar para mantener esta vigorosa solidaridad más allá de las modas y de la excitación mediática. La respuesta a la crisis demuestra que en ciertas situaciones los pueblos del mundo son capaces de ir más allá de las lecturas superficiales y estereotipadas de corte sensacionalista. La ayuda humanitaria masiva es hoy indispensable dada la amplitud de la catástrofe, pero debe ser estructurante articulándose con una visión diferente del proceso de reconstrucción. Debe romper con los paradigmas que dominan los circuitos tradicionales de la ayuda internacional. Desearíamos ver nacer brigadas internacionalistas de solidaridad que trabajarían junto con nuestras organizaciones en la lucha por la realización de una reforma agraria y de una reforma territorial urbana integrada, en la lucha contra el analfabetismo y para la repoblación forestal, en la edificación de nuevos sistemas educativos y de salud universales, descentralizados y modernos.
Debemos también proclamar nuestra cólera y nuestra indignación frente a la utilización de la crisis haitiana para justificar una nueva invasión de 20.000 marines norteamericanos. Denunciamos lo que puede convertirse en una nueva ocupación militar, la tercera de nuestra historia por tropas norteamericanas. Se inscribe obviamente en la estrategia de remilitarización del Caribe en el marco de la respuesta del imperialismo americano a la rebelión creciente de los Pueblos del continente frente a la mundialización neoliberal. Se inscribe también en una estrategia de guerra preventiva frente a un estallido eventual y social que vendría de un Pueblo aplastado por la miseria que se encuentra en una situación de desesperación. Denunciamos el modelo aplicado por el Gobierno norteamericano y la respuesta militar frente a una trágica crisis humanitaria. Al apoderarse del aeropuerto Toussaint Louverture y de otras infraestructuras estratégicas del país, privaron al Pueblo haitiano de una parte de las contribuciones que venían del CARICOM, de Venezuela y de algunos países europeos. Denunciamos el método aplicado y rechazamos que nuestro país sea transformado en una base militar.
Nosotros, dirigentes de las organizaciones y las plataformas iniciadoras de esta gestión, le escribimos hoy para transmitirles nuestro primer análisis de la situación. Estamos convencidos que ustedes –como ya lo han hecho- continuarán acompañando nuestro trabajo y nuestros combates en el marco de la construcción de una alternativa nacional, que será fuente del renacimiento de nuestro país que esta golpeado por una catástrofe horrible y que luchara para salir del ciclo de la dependencia.
Para el Comité de coordinación:
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Sony Estéus Camille Chalmers Marie Carmelle Fils-Aimé
Directeur SAKS Directeur PAPDA OfficierdeProgramme ICKL
Para las organisaciones y plataformas que participan de esa iniciativa
Marc Arthur Fils-Aimé, Institut Culturel Karl Léveque (ICKL)
Maxime J. Rony, Programme alternatif de Justice (PAJ)
Sony Estéus, Sosyete Animasyon ak Kominikasyon Sosyal (SAKS)
Chenet Jean Baptiste, Institut de Technologie et d’animation (ITECA)
Antonal Mortimé, Plateforme des Organisations Haïtiennes de Droits Humains (POHDH) que agrupa :
Justice et Paix (JILAP), Centre de recherches Sociales et de Formation pour le Développement (CRESFED), Groupe Assistance Juridique (GAJ), Institut Culturel Karl Léveque (ICKL), Programme pour une Alternative de Justice (PAJ), Sant Karl Lévèque (SKL), Réseau National de Défense des Droits Humains (RNDDH), Conférence haïtienne des Religieux (CORAL-CHR)
Camille Chalmers, Plateforme haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif (PAPDA) que agrupa :
Institut de Technologie et d’animation (ITECA), Solidarite Fanm Ayisyèn (SOFA), Centre de Recherches Actions pour le Développement (CRAD), Mouvaman Inite Ti Peyizan Latibonit (MITPA), Institut Culturel Karl Léveque (ICKL), Association Nationale des Agroprofessionnels Haïtiens (ANDAH)
Fecha y local de Publicación: Puerto Príncipe, 27 de enero de 2010
sábado, 30 de janeiro de 2010
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