El presidente elegido de Chile és acusado de una série de delitos economicos
Eduardo Andrade
Salió en Barometro Internacional
El presidente electo de Chile, el multimillonario, especulador financiero y representante del legado político y económico de la dictadura, Sebastián Piñera, se encuentra envuelto en un escándalo de proporciones después que sus acciones en el mercado financiero chileno, se dispararan en su valor.
Según diversas fuentes periodísticas nacionales como internacionales ligadas al ámbito económico señalan que el flamante nuevo mandatario, utilizo sus nexos o “palos blancos”, en la bolsa chilena, para subir de forma especulativa el valor de sus acciones de manera de poder cancelar todos los gastos que le ocasiono la campaña para alcanzar el sillón presidencial.
Los medios de prensa nacionales señalan que entre el viernes 15 y lunes 18, el 26,33% que Piñera posee en Lan, aumentó casi en US$11 millones su valor bursátil. Si en su campaña, hubiese gastado US$ 10 millones –el máximo que se le devolvería por ley electoral- significa que tuvo una ganancia cercana al millón de dólares. Eso, sólo en el fin de semana que pasó de candidato a Presidente electo. No es todo. Si hubiese vendido todo después de su triunfo en las urnas, habría recibido US$ 1.527 millones. Y sin pagar impuestos.
El actual ministro de Hacienda del gobierno de Michelle Bachelet, en declaraciones para la prensa nacional haciendo alusión a esta situación, expresaba que “respecto de la constante alza de los papeles accionarios de Axxion, manifestó que es curioso que el precio de una acción sube cuando los compradores esperan que a esa empresa le vaya mejor con sus nuevos controladores”. Para luego agregar… “mi opinión como ciudadano es que ojala el entonces candidato se hubiese desecho de todos sus haberes accionarios en su momento, antes de y no después de (las elecciones), enfatizo el titular de las finanzas públicas.
Al respecto el semanario The Economist vocero del capital neoliberal, expresa que “hay tres razones para preocuparse por Piñera, destacado empresario. Lejos, la principal tiene que ver con su ética de negocios y potencial conflicto de intereses. Nadie duda de su impulso emprendedor, pero algunos cuestionan sus métodos. Ha sido multado por uso de información privilegiada; en otra ocasión fue acusado por opositores de utilizar su cargo como senador para defender sus intereses empresariales. Él sostiene que gran parte de sus bienes, entre éstos un canal de televisión y la participación mayoritaria en la línea aérea nacional de Chile, se puso en un fideicomiso ciego o que, si gana, venderá antes de asumir. No obstante, tendrá que asegurar a los chilenos que no es un Berlusconi; que va a gobernar en el interés de ellos, no en el propio”.
Luego uno de sus principales colaboradores y miembro de la extrema derecha (UDI), el senador Pablo Longueira en entrevista concedida para radios nacionales manifestaba que Sebastián Piñera, en materia de negocios, tiene que cumplir lo que le dijo a los chilenos: que se va a deshacer de todo su paquete accionario de aquí al 11 de marzo. Lo importante es que cumpla lo que dijo, y mientras antes lo haga mejor, declaró.
Sin embargo las misma fuentes periodísticas dan cuenta, de que el presidente electo, esta abocado a buscar todos los resquicios legales y estrategias diversas, para seguir manteniendo de forma encubierta el control de sus negocios. Pretender creer que Sebastián Piñera se va a deshacer de sus negocios, es una quimera, una gran mentira, que en su momento saldrán a la luz, señalan fuentes ligadas a la bolsa de valores.
Ahora el curriculum o el prontuario económico del nuevo presidente electo de Chile, de acuerdo a lo investigado por la periodista chilena Loreto Soto, se ha caracterizado por mezclar en su vida los negocios y la política. Más conocido por sus grandes logros como empresario que por los que ha alcanzado como político, en el 2007 debutó en el listado de la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo con una fortuna estimada en más de 1.200 millones de dólares y que en la actualidad alcanzaría más de dos mil millones.
Piñera se autodenomina un emprendedor más que un empresario. Sin embargo, su forma de hacer negocios ha sido seriamente cuestionada en los medios empresariales chilenos, como en el propio mercado financiero, en especial en el transcurso de la campaña presidencial.
Sus primeros pasos los dio en el rubro inmobiliario en 1978 con la empresa Toltén, que fundó junto a Antonio Krell al regresar de Estados Unidos. La compañía se dedicaba a comprar terrenos baratos en los municipios de Peñalolén, La Florida y Macul, desarrollaban grandes proyectos que eran vendidos en sumas de dinero mucho mayores. La inmobiliaria Toltén fue vendida en dos millones de dólares, que fueron invertidos en una iniciativa de gran envergadura del mismo rubro, que quebró a causa de la recesión de 1982, en plena dictadura militar.
Posteriormente, diversificó sus inversiones y en los ochenta adquirió acciones de LAN y comenzó a participar en el área financiera a través de Bancard. El mito popular dice que fue él quien trajo el negocio de las tarjetas de crédito a Chile, sin embargo, según su socio del momento, Carlos Massad el proyecto estuvo concebido en INFINCO, luego de una investigación en México a cargo de Eugenio Mandiola, Piñera sólo habría sido el jefe de proyecto que habría llevado a cabo un ingeniero de apellido Letelier, quien estaba a cargo de los procesos, indicó Massad.
A principios de la década de los 80 estuvo en el Banco de Talca, desde donde salió a punto de ingresar a la cárcel. A Sebastián Piñera se le enjuició por la Ley General de Bancos como cómplice de fraudes contra la entidad financiera y sus accionistas minoritarios, declaraba la prensa. Según la investigación, los involucrados habrían cursado préstamos del Banco para adquirir acciones de la entidad a nombre de ellos mismos. Si bien, Piñera nunca llegó a la cárcel, sí permaneció como prófugo de la justicia durante algunas semanas mientras se cursaba el recurso de amparo que, finalmente, fue acogido por este caso, exculpándolo de los hechos, según confesó después la ex ministra de Justicia de la dictadura, Mónica Madariaga, gracias a la intervención del régimen militar en el Poder Judicial.
También estuvo involucrado en el bullado caso Chispas en medio de su gestión como senador de la República. Un grupo de accionistas de la empresa Enersis, dentro de los que estaba Piñera, vendió sus acciones a un precio exorbitante a Endesa España en desmedro de los accionistas minoritarios. Luego del juicio los socios estratégicos se vieron obligados a pagar 75 millones de dólares en multas.
Uno de sus negocios más emblemático ha sido LAN, compañía por la que también se ha visto involucrado en problemas. En 2003 la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) lo multó por haber comprado acciones de la empresa con información privilegiada a raíz de su participación en el directorio.
Piñera ha incursionado también en el negocio de las comunicaciones. Hoy es dueño del canal de TV Chilevisión, que compró al grupo Claxon y que se había fundado como el canal de la Universidad de Chile. Junto con LAN y sus acciones en Colo Colo, son los únicos negocios que no fueron puestos en un fideicomiso privado, administrado por Celfín Capital y Larraín Vial entre otros, en abril de 2009 cuando comenzó la campaña presidencial. Sin embargo, Piñera ha señalado que antes de arribar en La Moneda “venderá su participación en ambas compañías”.
También posee el Parque Tantauco en Chiloé, una de sus inversiones más queridas. Piñera se adjudicó 118 mil hectáreas, que equivalen a un quinto del total de la superficie de la isla. Y pese a que el valor de la transacción nunca fue conocido se estima estuvo entre los seis y ocho millones de dólares.
El 11 de marzo de 2010 comenzará una etapa en la vida de Sebastián Piñera, quizás la más importante, como Presidente de Chile. La lupa de la Concertación y de todos quienes no votaron por él estará enfocada en su gestión de cuatro años, pero también de la Alianza por Chile, que espera revertir por más tiempo el más de medio siglo que tardo la derecha liberal en volver al Ejecutivo, ahora de la mano del pinochetismo.
Mientras tanto las hienas en celo de la Alianza por Chile (UDI-RN), se disputan a palabrotas y pugilatos los altos puestos de gobierno que deberán ocupar desde marzo próximo. Ahora los lectores podrán encontrar en las páginas de La Nación, el semanario El Siglo y otros medios en la red, quien es el verdadero presidente electo de Chile, la pregunta muchos que se hacen en el mundo empresarial y en los diversos niveles de la sociedad chilena, es si estamos ante un servidor público honesto, o un delincuente económico de envergadura ?
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