El cambio en lo más importante diario de idioma español editado em Madri que pasa a manos norteamericanas es un síntoma de otros episodios traumáticos en perspectiva.
Rafael Cid
Fuente: Radio Klara
Será que “perro no muerde a perro”. O porque “entre bomberos no se pisan las mangueras”. Pero el silencio de los medios de comunicación con la “deslocalización” de capital que se ha producido en el diario El País demuestra la poca consideración que la prensa tiene hacia sus lectores. El diario español de referencia ha cambiado de dueños y nadie en la galaxia mediática se atreve a proclamarlo sacando las consecuencias oportunas. Porque si el periódico más importante del mundo en lengua española, el diario paradigma de la democracia posfranquista y el “pensador orgánico” de la transición pasa a manos norteamericanas es un síntoma de otros episodios traumáticos en perspectiva. El anuncio de un nuevo ciclo político.
El golpe financiero que ha acabado con el “clan Polanco” se produjo el pasado viernes 6 de marzo, cuando el propio rotativo informó de la entrada de una sociedad de capital riesgo estadounidense en su accionariado. “Prisa captará hasta 660 millones mediante un pacto con Liberty”, decía el decano de la prensa juancarlista en un confuso titular que no conseguía disimular la realidad : el grupo fundado por Jesús de Polanco había sido vendido a la sociedad Liberty Acquisitión Holdings (LAH). El nuevo reparto del capital, una vez consumada la operación, dejará a los antiguos propietarios sólo el 30 por ciento de las acciones, quedando la mayoría de control en manos de Nicolas Berggruen y Martín E. Franklin, consejero delegado y presidente, respectivamente, de corporación inversora LAH.
El cambio de Prisa en la órbita de los intereses norteamericanos ilumina la operativa del grupo en el mercado latinoamericano, el patio trasero de EE.UU, desde que sus directivos centraron su expansión en la compra de empresas informativas sudamericanas, a la par que el BBV y el BSCH hacían otro tanto en sus propios ámbitos de negocio. Incluso la entrada de Prisa en el accionariado Le Monde puede entenderse desde esa lógica, ya que este órgano de prensa europeo es el de mayor influencia en el subcontinente tras El País. Por no hablar de la línea de máxima beligerancia crítica asumida por Prisa con los regímenes populares y socializantes de la zona, como Venezuela y Bolivia, países donde la petrolera española Repsol tiene fuertes intereses.
La operación de venta de El País a la sociedad norteamericana para hacer frente a los próximos vencimientos generados por la deuda de casi 5.000 millones de euros que el grupo acumula, sigue a otras similares, como la toma del 4,5 por 100 de su capital por la también norteamericana IBN en agosto pasado por 37 millones o la más reciente de compra del 80 por 100 de la televisión La Cuatro por la Mediaset de Berlusconi por 600 millones, que incluía además la toma de una participación en Digital Plus. El control de Prisa por LAH ha estado precedido por el nombramiento de Kamal M. Bherwani, ex consejero de Salud y Servicios Humanos de la ciudad de Nueva York, como director general del Área Digital del hasta ahora mayor grupo informativo español.
La pista norteamericana en El País se inició hace tiempo, cuando el diario incorporó en sus páginas una selección semanal de artículos del influyente New York Times, medio estadounidense del que el financiero mexicano Carlos Slim posee el 12 por 100 del capital. Felipe González, amigo íntimo de Juan Luis Cebrián, es un estrecho colaborador de Slim, que según la revista Forbes figura en la actualidad como la segunda mayor fortuna del mundo. Habrá que ver a qué proyecto político, y quizá dinástico, servirá ahora el nuevo El País hispanonorteamericano.
Fecha de Publicación: 16 de marzo de 2010
quarta-feira, 17 de março de 2010
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